viernes, 28 de enero de 2011

RIOS DE PIEDAD

Pasajera errante entre los lobos, 
poseedora del esplendor
cuyo nombre interminable, nunca he sido capaz de pronunciar....
Sepulta en un río salvaje 
como una flor 
agitándose en la nieve de las noches de julio...
bebías un licor de trapo y ceniza 
y el vapor de tu sangre era un largo cabello
que atraía a todos los relámpagos.
Santa mujer de inocencia e incendio, 
que vas eternamente 
hacia el pantano de las aguas púrpuras:
Coronada por los astros 
emergiste del Monte  de la Calavera 
entre la Salvación y el Infinito
en la dulce canción de un duende 
o apenas como un duende o un anillo.
Intima y leprosa.
Te encontré la última noche 
ahorcada y llorando sobre un Biblia en llamas 
en el claro de un bosque.
Quise preguntarte por tus cuatro décadas de insomnio, 

la escalera detenida, y la túnica demente, 
poblada de tentáculos...
Quise tomarte por la cintura 
y engendrarte un pájaro en el vientre, 
una mariposa en la garganta 
y en el pecho un coro de perlas y mendigos 
alzando su canción de alambre...
Quise responder a todas las miradas del espectro, 
a las armas del día, 
a tres caballos boqueando en tus pupilas, 
a todos las formas que gritaban que no, 
a la bandera exhausta
de tu nombre, o al cuervo de la tela mortal de tus gemidos...
Intenté corromper los ríos de la peste, 

los frutos sagrados de la consumación de tus delirios,
y el  cáliz oculto sobre la pluma del mármol del dolor...
pero estabas tan lejos...
Caminé hacia la gran puerta inmóvil, 

te entregué un corazón quemado 
por las rubias cabezas de Dios, 
un cordel de donde extraer la savia purificada 
de la razón y la obsesión,
una rata poderosa como el rayo de niebla 
que tiembla en tus labios de eterna faraona,
y una rueca gastada por el Apocalipsis...

Oh mi pequeña lira de encajes venenosos, 
y estabas tan loca.....
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Y no pude tocarla.
Sólo escribí estas palabras al borde de su tumba..

“No temas, lámpara de los dones macabros: 

Las cosas que te absuelven 
son arañas de cólera y perfumes. No temas, 
Oh! dulce conspiración que siempre me abandonas.
Eres pura porque vuelves cada noche a este río de piedad."


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