viernes, 28 de enero de 2011

¿QUIÉN MECERÁ MI CORAZÓN PERDIDO?

¿Quién vuelve a despedirse?
¿Quién canta y se detiene en la huella de un hombre?

El último viaje ha comenzado
El grano de tibieza está rodando.

¿Dónde escapa el corazón que duerme?

Es la ciudad que apaga las estrellas
y el perdón cambiando la Gran Sombra.

¿Desde dónde me llamas, oh, pequeño corazón quemado?
Cuéntame la historia azul,
Criatura de la siembra.
Medalla donde duermen todas las cosas y todos los pájaros.
¿Qué quieres de mí
que me ruegas, me pides, me suplicas?

¿Quién te mece, Oh, mi corazón de cobre,
de cadenas abiertas,
de flores calladas?

Espejo inmenso donde se refleja el mar.
¿Qué es aquello que susurra en tus huecos
penetra en tus tejidos
y los cierra para siempre?

Una mano perdida sostiene el oro de las tumbas
y yo recojo la última ceniza.

Oh corazón vestido de miseria,
péndulo voráz atado a la serpiente.
Expresión que quiebra la pureza humana.
¿Qué canción peligrosa te coronó de máscaras?
¿Qué flor, que enorme estatua te alejó del amor?

Oh Criatura
eres tú el que acunas este corazón enfermo
como a un clavel en llamas
como a una dama errante.
Tú que entierras en mi carne
la llave inmortal de la demencia
para apagarlo todo y encenderlo todo

Tú,
el que habitas en este surco de crisálidas muertas,
en este laberinto donde se perfecciona el eco del mal.

En las campanas invisibles
que acunan a este corazón que duerme.

Oh monstruo insoluble
arrastras hasta mí
la profunda cabellera incendiada y silenciosa
del milagro y el terror.

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