MONUMENTO a la sombra de una mujer robada al mar que teje y teje sin cesar y va borrándose dentro una botella rota o una lámpara con un gato que duerme en su cabellera de azufre y una golondrina reflejada sobre el mármol de la tumba de un jinete que deja una carta detrás del espejo y grita un nombre desconocido con sus lágrimas muertas, en cascadas de sangre, con los puños deshechos de golpear la dura ausencia , con un sabor de hogueras y la última redención, y se arroja desde lo alto de una torre hacia las fauces de un lobo terrestre que cruza el hemisferio de la carne sobre el lamento de un piano de cola y duerme en un país indeleble escondido en un gato que duerme en la cabellera de azufre de una mujer robada al mar que teje y teje sin cesar y va borrándose dentro de una botella rota o una lámpara como un barco solitario que no existe.
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