Monumento a la carne de los muertos,
brújula borracha que tejes mi abismo con silenciosos caminos
y bloques de noches que brotan de tus manos
Ay sombra serpiente,
tu sombra y la idea de tu sombra!
yo me convierto en suicida
y suplico ante tu luz peligrosa.
Elijo entre mis recuerdos tu mirada podrida de flor
porque sé que no despertarás
y exhumo esos filtros, tus collares de peste,
tu tempestad sobrehumana,
la ciudad de tus lágrimas
y esa sonrisa como un zafiro en las altura del opio
Yo me detengo a beber de tus entrañas (porque sé que no despertarás).
...a incendiar u majestad de velas,
tu camino creado por el pincel del miedo
tu espalda de diluvio...
a trepar la huella del coro de ángeles dementes que protege tu rostro,
a tallar la madera encarnada en tu presencia,
a salvar un niño,
a comprender tu oscuro mensaje
en los ojos de un muerto que se arroja al mar con un pañuelo y una botella vacía;
a levantar un puente delante de tu sombra para que no me olvides;
a beber tu licor de caléndula.
Elijo entre mis recuerdos tu cuerpo de metal turbado,
tu collar de sirenas,
el cuchillo del mago,
la pared sin sueños,
el libro en la escalera,
la sangre derramada por un pétalo herido,
el paso del Mesías,
la espuma que no sabe,
la canción del rocío,
el jinete dudoso,
el espejo alzándose en el mar y reflejando tu imagen verdadera,
porque sé que no despertarás.
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