Acércate al relámpago, a la llave secreta
al palacio que cruje, al tambor en la niebla
al retrato de cobre, al dueño del milagro
al suspiro que crece detrás de un candelabro.
Al compás de la rueda que cambia el remolino
al fantasma que llega y al fantasma perdido.
Acércate a la fuente donde hierve tu sangre
y devela el secreto antes que sea tarde
Acércate al perfume y al arpa sobrehumana
al pincel en suspenso que ves en la ventana
al cisne majestuoso que todo lo hace eterno
y al vapor de esmeraldas que abunda en el invierno
Descansa cada noche en un hueco distinto
de este imperio que implora cercando tus instintos
Arrastra tu melena en museos secretos
donde tiemblan las alas de los pájaros muertos
Convive con la ofrenda de una virgen quemada
y la tumba pequeña que resuena en la almohada
Acepta al esqueleto y al camino que miente
y a la brújula loca con que vas a perderte
Entre el mar y la noche hay un lento gemido
y un espejo cerrado donde espera el abismo
Un exceso de aromas, una orquesta feroz,
y los siete pecados que te quitan la voz.
Acércate al espacio triunfal del pensamiento,
deshazte de la carne y eleva a los espectros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario