viernes, 28 de enero de 2011

MI TUMBA DE TAPÍZ

Yo no quería despertar desnuda sobre mi tumba de tapiz

Con la flor desconocida,

Pero el silencio es una llave oscura,

Una llave de lirios

Y la voz alumbra la primera y la última noche

Y hay que despertar

Y conocer a la flor.

Yo no quería creer en los esponsales

Ni en las visones

ni en los precipicios que esparcen música salvaje,

Pero la rueda febril del mar

incendia y apaga a la belleza

y es la madera que compone los sueños

y ha encontrado espacio en mi sangre

Y se esconde en un bosque perplejo,

cubierto de esponsales de visiones y de precipicios

Yo no quería beber la llama venenosa

del poeta que tejió la luz con una mano en la garganta,

que apago las señales con una luz idéntica.

que descubrió esas ruinas donde  el mar reposa exhausto como un náufrago

Yo no quería crecer como el recuerdo crece en el Monte del Supremo Olvido

Yo no quería vivir en una llave oscura,

Ni en el sosiego

Ni en un vocablo tenebroso

Yo no quería,

Yo no quería tomar prisionero a un leproso

Ni de sirviente a un ladrido de perro,

Pero las torres son tan hermosas,

Y estas palabras monstruosas se parecen tanto a mis afiebrados sueños,

Y las súplicas del mar pasan rodando tan lejos de mí

Y las altura magnas representan tan fielmente a los infiernos

Y este disfraz de cadáver,

                                      Me sienta tan bien. . .

 

 

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