“Aquí las imágenes de piedra se levantan
y la mano del muerto las implora”
(T.S.Eliot)
Un sonido,
Una espada,
Un silencio que define a las sombras.
I
¡Aléjense!
Es la estatua mora que se recrea en danzas
Como una nube de tinieblas,
Como los astros que habitan los cristales
Y encienden los dedos muertos
De todos los fantasmas.
¡Mírenla!
sube a un témpano
que no le obedece
y se inunda de locos que dicen ser estatuas!
II
La cabellera digna se ensortija en la luna
Y es un ebrio,lento suspiro de cenizas blancas.
III
En el templo maligno de la reina estatua
Un fuego, o una especie de brisa
Perturba la sangre de los difuntos
Y convence al corazón de la pantera.
Es ella,
Es ella,
La estatua mora
Que se agiganta y se repliega
Y se encuentra a si misma cuando enamora al ocaso
Y responde con alas al martirio
Y se destroza como un cáliz intenso
Que agita las tormentas
Y regresa
Y se duerme
En un cortejo de gloria.
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