Desde lejos me espantas, amor

como una tormenta imprevisible.

Sombra inmóvil,

te me pegas al cuerpo cuando ya es tarde.

Vuelas hasta mí

y no me encuentras:

La paz está bajo mi piel

atrapada en las piedras,

sucia y fría,

volcánica y sagrada.

II

Aullé tu nombre sobre los bosques malignos

con un cuchillo clavado en la garganta...

Oh Lobo azul

Realeza Azul

Eternamente azul...

Siempre en el cielo

ilustrando su majestad con la luz de la luna...

¡Mírame!

¡Esta es mi sangre!

¡Esta es mi condena!

¡Un relámpago salvaje que gime al compás de los muertos!

Un guerrero infame de corazón desnudo

III

Oh cazador de naves incendiadas

eres una serpiente sepulta en mis venas

reptando como un sable al aire

que se agita desnudo sobre el agua.

Llámame insómne o indomable,

llámame cripta o laberinto de criptas

Esqueleto soberbio,

¡esta es tu condena!

(Ya descubrí mi manto y mi victoria.)

¡ DISFRÁZATE !

Vestirás a tu rey con mis harapos.