La mitad del mundo es del demonio, la otra mitad es mía
(Dylan Thomas)
I
Silencio.
Soy la noche.
Despierto y de un zarpazo desnudo a las piedras,
y me elevo...
II
El viento incomprendido toca mi ventana.
Si mi alma ruge,
las paredes ocultas me revelan secretos.
Soy la dueña del cielo.
Las estrellas se apagan a mi paso
y la luna muere si yo cierro los ojos.
Sobre las aguas me esperan las tormentas...
Aullan, me sacuden , me persiguen
pero yo,
nada temo,
porque soy
LA NOCHE.
LA DUEÑA DE TODA LA TIERRA.
III
Duermen bajo mis alas el pájaro y la rueda;
tirita entre dos silencios el infierno callado.
...porque soy Poeta
persigo a las huellas del mismo demonio;
acaricio la lluvia invisible que palpita en el aire;
voy por cementerios a clavarme imágenes,
a despertar al silencio.
Revuelvo ataúdes vacíos
en busca de recuerdos, o manjares...
Soy el cáliz del sol.
Los muertos beben de esta mano mi brebaje.
Cuando nada aparece,
simplemente me enciendo
y no existo.
IV
Soy la reina que danza.
Soy un mar de cenizas azules devorando a la Tierra.
un festín de plumas y estandartes...
la fuga encarnada en la luz de tus ojos;
un manto de dolor,
un firmamento...
III
¡ARRODÍLLENSE SÚBDITOS!
No se atrevan a negar
que soy UN SUEÑO.
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