Los sauces son ecos lejanos.
Ya no recuerdan.
Visten colores de lluvia y gotas de silencio,
Inventan pájaros nuevos para componer la tierra,
Demoran al viento
Y confunden la siesta con raíces de niebla.
Parecen océanos
Cobijan distancia entre los párpados
Y están un poco ciegos.
Oh hermanos de la vida.
Aquí estoy ante sus pies.
Ya no recuerdo
Ya no recuerdo los ecos lejanos.
Yo, que vestía colores de lluvia y gotas de silencio,
Que inventé pájaros nuevos para componer la tierra,
Que demoré al viento y me perdí en la siesta
Confundida en raíces de niebla,
Yo, que parecía un mar de brizna
Y era todo un mar despierto.
...que cobijé distancia entre los párpados,
y sin embargo, estoy tan ciega...y no soy un sauce
y no huelo a fuego inmenso.
Y no recuerdo.
Vuelvo a vestir de colores.
Invento pájaros nuevos.
Demoro al viento y confundo a la siesta.
Y no recuerdo.
No recuerdo a la nube o la roca infernal.
No recuerdo la plegaria,
O la lluvia antigua.
Soy un tornado muriente,
Una pena maldita y ciega,
Una respuesta maldita y ciega,
Un tambor de lata,
Una mano vacía,
Una gota de sangre
un cristal que reza
Y una voz infinita.
Un rastro de silencio.
Ya no recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario