Yo quiero conocer cómo es tu alma
Y que garabatees para mí
Las telas de tu instante más oculto
Las sombras de tu brillo más sutil
Yo quiero que tus ojos en mis ojos
Sean la única manera de mirar
Perderme en mil caricias de la luna
Y en besos que se escondan en el mar
Yo quiero que seas mía solo mía
Como lo son las cosas que no están
Que llegues y te apagues lentamente
Como licor furioso en el cristal
Dame tu corazón de agua y ceniza
Meciéndose entre hierbas del jardín
Tus luces imantadas de colores
Silbando en ciegas arpas de arlequin
Tu piel es un infierno vagabundo
Tu espalda es el rugido de un fanal
Tu carne es el misterio revelado
Entre las alas muertas del rosal
Abismos que la noche trae al alba
Murmullos de un castillo que se va
Mi pecho se desarma entre los astros
Yo quiero que me des lo que no das
Yo quiero que mis ojos de fantasma
Despierten tu sonrisa demencial
Tus piernas, mis selváticas insomnes
Se crucen en un cántico ancestral
Yo quiero ver tu baile irrepetible
Capítulos de fábula hecha flor
El látigo impiadoso que te esculpe
Tu altísima figura del dolor
Yo quiero que me mires y te arrastres
Cargando tu diamante como un buey
En un carruaje lento hacia el abismo
Cantando esa canción que me hace Rey
Yo quiero ser tu espacio y tu abandono
Yo quiero ser tu trance de maldad
La piedra que adormece las heridas
La pluma que se posa en el final
Mi niña, mi princesa, mi alabanza
Mi pétalo sumiso del placer
Yo quiero ser tu huella inalcanzable
Trepando hacia el volcán que no se ve
Los pálidos jinetes del silencio
Me esconden en las alas de tu voz
Soy el orígen de tu luz perpetua
Brillando como un sol que dice adiós
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